miércoles, 16 de mayo de 2007

CRONICA RADIAL




Hoy corrí a mi casa lo más rápido que pude, el tramo para llegar era bastante pedroso y la brisa soplaba de emoción levantando arena que bailaba en el aire. El viento me empujaba y mi corazón palpitaba sin parar y es que no podía creer lo que había visto, necesitaba llegar a casa rápido coger mi diario y contárselo todo, todo lo que sentí al ver volar un avión y es que por primera vez en mi vida, por primera vez en la historia de mi ciudad, de mi país y del continente americano ocurría algo tan emocionante, tan especial. Y quien era yo, quien soy yo? Simplemente una afortunada de la vida que vivió este día, hoy 20 de Octubre de 1919, una fecha tan inolvidable como el día en que yo nací y una nueva historia con alas de mi hermosa ciudad Barranquilla.

Iba agarrada de la mano de mi padre, y nunca olvidare las palabras que me dijo: “Hija hoy es un gran día, nunca olvides que estuvimos juntos en este gran momento, esto significa mucho para mi” y es que era el sueño de mi padre, todo lo que había soñado era pilotear un avión, esta vez al menos tenia la oportunidad de ver volar uno y ahí estábamos; el y yo, bajo el caliente sol de las tres de la tarde, caminando en un terreno arenoso dirigiéndonos hacia el parque 11 de noviembre. Desde varios metros antes de llegar podíamos ver la conmoción y el desconcierto de mucha gente que gritaba de emoción para ver el despegue del Avión.

“Hija mira, es el Junker F-13, allí está el piloto y a su lado el mecánico, este avión es tan moderno que puede transportar 4 personas además de los tripulantes”. Todos esperábamos que “el Bolívar”, como era llamado el monoplano, despegara a las 5 de la tarde. La imagen del Avión no se escapa de mi mente; totalmente metálico, con un largo de 9 metros y una altura de 3 metros y medio aproximadamente. Es de dos colores, amarillo con alas azules oscuras, nunca lo borraré de mi memoria.

De pronto llega por fin el momento, el anuncio que tan ansiosamente esperábamos todos, “el Bolívar va a despegar” la gente comenzó a empujarse para poder ver el gran espectáculo en primera fila, las turbinas del avión tomaban cada vez mas fuerza, y yo, simplemente me sentía aterrada, pensaba en el trayecto que el avión debía recorrer para llegar a la plaza de Puerto Colombia, que tal que el hidroavión del que tanto hablaban no aterrizara adecuadamente?

El avión comenzó a elevarse y la gente aplaudía de emoción, y es que esto es un nuevo comienzo para el desarrollo de mi país, con estos aviones nace el transporte del correo aéreo y según mi padre en poco tiempo habrá vuelos comerciales a todas partes del mundo.

Después de ocho horas mi padre ha traído noticias sobre el acontecimiento del día de hoy, “el Bolívar” aterrizó efectivamente en la plaza de Puerto Colombia tras ocho horas de vuelo y cuatro aterrizajes de emergencia incluidos. Esto es verdaderamente gratificante para todos, ahora me siento feliz y dichosa de ver a mi ciudad convertirse en pionera del correo aéreo en Colombia.

Por: Daniela Álvarez


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